Partiendo de un imposible, situamos a la infanta Margarita, protagonista de las Meninas de Velázquez, en un callejón cualquiera de cualquier ciudad del cono sur. La acción sucede años después de que la Infanta haya despertado en este mundo para ella desconocido. Allí se enfrentará un día más, a la injusticia de sufrir unas circunstancias de las que no es responsable, a la imposibilidad de elegir el mundo en el que nos ha tocado vivir, a la imposibilidad del cambio, luchando siempre por aferrarse a su mirada desde el privilegio. Conjurando a la suerte con la fabricación de un cuadro que resulta imposible para poder volver a su mundo anterior, para alejarse definitivamente de un mundo que pertenece a los demás, a unos seres para ella despreciables y a los que negará siempre la empatía, la comprensión, la ayuda, la existencia.