Nuestra pulsión de vida creativa nos sostiene, se retroalimenta y se convierte en una antorcha,

que como en Olimpíada, permanece encendida.

Desde la creación de TEA, allá por 1974, el trabajo artístico independiente que llevamos adelante;

pero sobre todo el teatro en sus diferentes facetas:

producción, formación e investigación; son el faro de nuestra vida profesional.

Hemos hecho un recorrido inmenso e intenso y estamos orgullosos de ello.

Pero sobre todo nos sentimos felices de haber construido una vida profesional

que siempre apostó a seguir el camino de la coherencia ideológica y estética

transformando esas convicciones en el marco de las realizaciones

siempre independientes

basadas en el compromiso, los renunciamientos y el sacrificio.

Y acá estamos, en Alberti, apostando a seguir adelante, para que el jubileo sea

una verdadera celebración por la vida y para que la memoria de lo transitado

cobre cuerpo en quienes serán los artífices de nuestro legado.

Nada nos dice que será un éxito.

Pero todo nos dice que es lo “tenemos que hacer”

para que nada pierda sentido y todo vuelva a su cauce natural en su debido momento.

Anunciamos con felicidad que en los próximos meses vamos a abrir

EL TEATRO.

Un espacio para la creación artística; desde la pedagogía, la investigación y por supuesto la producción.

Para que la antorcha permanezca encendida

y, sobre todo,

porque si no se abandonan los sueños, las utopías son posibles.

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